Técnicamente, los cuencos sonoros son una forma de campana llamada campana de pie, en la que el cuerpo de la campana entra en contacto con una superficie de apoyo y el sonido se produce haciendo vibrar los lados de la campana. Como su nombre indica, el cuenco tibetano tiene forma de cuenco, y el sonido se suele obtener pasando un mazo de madera, metal o incluso plástico por el borde del cuenco.

Hoy en día, el cuenco tibetano se utiliza a menudo en combinación con la meditación, la relajación, la sanación y el trabajo energético, incluido el trabajo que implica abrir y equilibrar los chakras. En algunas tradiciones curativas, se cree que los tonos de los cuencos tibetanos de distintos tamaños se corresponden con las frecuencias de los distintos chakras: los tonos más graves interactúan con los chakras de la parte inferior del cuerpo y los tonos más agudos sintonizan con los chakras de la parte superior. Algunas formas de terapia alternativa asignan un cuenco tibetano a cada chakra, utilizando las cualidades tonales únicas para sintonizar estos centros energéticos del cuerpo, mejorando el flujo de energía y supuestamente logrando el equilibrio energético a través del cuerpo y ayudando a la curación. La música de un cuenco tibetano también puede escucharse en numerosas piezas de música New Age diseñadas para ayudar al oyente a relajarse o a entrar más profundamente en un estado meditativo. Muchas tiendas asiáticas especializadas venden cuencos tibetanos de distintos tamaños y tonos, y también se pueden encontrar fácilmente en librerías de la Nueva Era u holísticas, o en tiendas que venden artículos de meditación.